*


Cuando yo tenia casi once años, los médicos decidieron que era inevitable operarme de anginas y mis padres para compensarme de tan doloroso trauma, se ofrecieron a hacerme un regalo. Yo no tuve ni que pensar,-”Quiero un Quijote de la Mancha de leer”. Con ello quería indicar que no deseaba que fuera estilo tebeo con muchos dibujos y poco texto. Yo lo que necesitaba era algo que tuviera mas texto que dibujos. Para mi ya había dado por concluida mi iniciación a la lectura con los tebeos del “Capitán Trueno”, “Hazañas Bélicas” y por supuesto daba por concluido mis lecturas de las novelas ejemplares e corte histórico “Bárbara de Braganza”, “El Cid Campeador” y otras muchas que mi memoria ha dejado en el olvido. Desde entonces he fatigado muchos libros: novelas, filosofía, poesía, ensayo, historia, ciencia etc.; se podría decir sin temor a equivocarme que he tocado todos los palos.

El Quijote, que tuve la suerte que me regalaran y que aún conservo venia ilustrado por Vela Zanetti y tiene 837 paginas con sus correspondientes notas a pie de pagina. Desde entonces hasta ahora me lo habré leído como unas cuatro o cinco veces completo sin respirar.

Pero este blog, no va a tratar de mis lecturas pasadas, sino muy al contrario de las presentes, de las más actuales. Se trata mas que de recomendar de una invitación a la reflexión. Por lo general y salvo alguna excepción inevitable, lo que ahora busco por las librerías y las bibliotecas publicas son libros breves pero que sean muy jugosos, que den mucho que pensar… También te podrás encontrar con recortes de prensa, con artículos que me llamaron la atención… Y esto en definitiva es de lo que va a tratar este blog… Me gustaría contar con tu opinión y tu aportación si lo consideras oportuno


sábado, 23 de abril de 2011

un pintor de Alejandría










Las señales de los tiempos,


y los efectos colaterales

del Juicio Universal




"Cuando los tiempos se echan a estropear se nota en seguida por inequívocas señales, y en tierras de Soria y Guadalajara, como no tienen adornos de ninguna clase, sino que a veces son puros serrijones con cuatro matas pequeñas, es como si los acontecimientos se anunciaran enseñando las uñas como los gatos o los tigres antes de atacar, según los pintores los pintan...." 125 paginas. Editorial Encuentro.




No voy yo a hacer ninguna semblanza ni análisis de la cuantiosa obra de José Jiménez Lozano, ni es lo que pretende este blog de ningún libro sugerido o recomendado.


El motivo de recomendar este libro puede resumirse en varios aspectos, uno el más importante es la brevedad del relato sólo 125 paginas de letra de buena letra, lo disparatado de la historia y que se puede leer en una tarde de lluvia como el que va al cine a matar el rato y tragarse cualquier bodrio de los que están proyectando en los cines, mejor quedarse en casa leer un buen libro y a esperar que escampe...la lluvia


lunes, 14 de marzo de 2011

Varios libros tengo entre manos : Historia de la segunda guerra mundial de R.A.C. Parker,Ética cuestiones fundamentales de Robert Spaemann,la historia mas bella de la felicidad de Adré Comte y otros, lucrecio la miel y la absenta de André Comte-Sponeville. Bueno ya os comentare...

Enrique Curiel por llamazares

Uno de los nuestros

04 mar 2011



GASPAR LLAMAZARES

La Política, con mayúsculas, llora la pérdida de Enrique Curiel, que se fue prematuramente. Su desaparición a los 63 años supone una marcha muy temprana, como temprana fue su incorporación a la lucha por la libertad en unos años donde quien lo hacía se la jugaba de verdad, más allá de retóricas, luchas a toro pasado o reivindicaciones de un manido “yo estuve allí” que en otros nadie recuerda.
El sentido e improvisado homenaje que se le rindió en un abarrotado tanatorio de La Paz, donde sus seres queridos le velaban antes de devolverle a su amada Galicia, fue una clara demostración, quizá un poco tardía, del respeto que muchos mantenían tanto a su persona como a sus ideas y, sobre todo, a una integridad y cordialidad a prueba de problemas, deslealtades, olvidos e, incluso, de la enfermedad.
Se pudo ver a mucha gente. Sin duda no estaban todos los que son, pero los que se aventuraron a llegar al tanatorio por la carretera de Colmenar en una tarde especialmente gris y triste estaban allí de corazón, mirando no sólo al pasado sino al futuro que nos aguarda y que a él le hubiera gustado saber, sin duda, qué cambios nos depara, para bien o para mal.
Tengo pocas dudas de que pensamientos muy similares debían pasar por la cabeza de los representantes de las instituciones del Estado allí presentes, de los ministros y del amplio abanico de políticos, universitarios, docentes y sindicalistas, entre ellos destacados militantes de aquella generación del PCE y de Izquierda Unida que fueron sus compañeros de lucha.
De entre las muchas cosas que he oído de él en las últimas horas me quedo sin dudarlo con la definición de su compañera Carmen, para quien Enrique fue “un buen hombre, un buen amigo, inocente a veces y muy sensible, que quería mucho a su país y que por este luchó toda su vida”.
Para muchos puede que fuera una sorpresa, pero para los que le conocían mejor está claro que no. Resulta que en la hora de la verdad, cuando un simple gesto puede ayudar a resumir una vida, su militancia en el PCE marcó para siempre su trayectoria vital. Por su expreso deseo su féretro permaneció cubierto con la bandera de “el Partido”, como lo seguimos llamando aquellos que saben de lo que hablo.
Espero que no sea tarde para decirlo, pero a Enrique Curiel no le hemos hecho justicia. Fue un político muy desaprovechado, al que nadie más allá de su familia ayudó a superar las contradicciones que le impuso la propia Transición. Está muy claro que no fue un iluminado, pero sí fue un hombre valiente que, en momentos clave, cuando hay que hacerlo, demostró tener un firme ideario político, para unos acertado y para otros fallido, pero que era el suyo y al que fue fiel hasta el final.
José Bono, presidente del Congreso y compañero de filas en el PSOE, consideró en ese homenaje que a Enrique se le negó el amparo en el último partido donde refugió sus soledades. El tiempo, sin duda, coloca las cosas en su sitio, pero en estos momentos puede decirse ya que con su hacer y con sus ideas representó tanto desde Izquierda Unida, como luego desde el PSOE, la pulsión de unión de la izquierda, de su necesaria apertura y renovación, y siempre desde el diálogo y la amabilidad.
Tengo muy presente que en su intensa y fulgurante trayectoria política, Enrique Curiel pudo combatir desde distintos frentes, pero nunca cambió de trinchera.
Fue hijo del catedrático de Lengua Francesa Luis Curiel, un intelectual de izquierdas perseguido por el franquismo. A este propósito, en su homenaje se recordó la carta que le remitió Enrique a Bono en 2008 para responder a quienes desde la ultraderecha le criticaron por buscar el cadáver de su tío Eugenio, un sacerdote fusilado en julio de 1936 cuando se presentó ante los franquistas para solicitar que no mataran a su hermano Luis, apresado por sus ideas progresistas. La misiva era toda una declaración de principios y decía que la reconciliación “no puede ser de sólo una parte” y que “la indignidad, cuando desenfunda, no tiene límites”.
El 23-F, cuando Tejero ocupó el Congreso de los Diputados con un grupo de guardias civiles con las intenciones que todos ya sabemos, Curiel era secretario del Grupo Parlamentario Comunista. Logró escapar del golpe saltando por una ventana y esa noche participó en la red que se tejió entre los partidos para salvar a la democracia en peligro. Como tantos otros, no tuvo ninguna duda de lo que había que hacer, para bien o para mal, tampoco en ese momento. Y no esperaba que nadie se lo agradeciera ni reconociera, creía que había que hacerlo y punto.
En medio de muchas dificultades, fue honrado hasta el final. Ha muerto lúcido y pobre, con escasos recursos económicos, negando con su vida la perversa asociación entre política y corrupción. Al final, seguía siendo el mismo de cuando, junto a Pilar Bravo, lideró la organización universitaria del PCE y fue detenido, torturado y desterrado; el mismo que fue compañero del estudiante Enrique Ruano, asesinado por la Policía de la dictadura, e igual que cuando la Política –de nuevo con mayúsculas– le dejó varias muescas por ejercerla con dignidad, como el tiro que recibió de la Brigada Político-Social por manifestarse a favor de la liberación de Santiago Carrillo, en 1976, tras su retorno clandestino de Francia.
Enrique, al otro lado de la izquierda, fue siempre uno de los nuestros.

Gaspar Llamazares es portavoz parlamentario de Izquierda Unida en el Congreso

"Estaba en la biblioteca y este periódico estaba desocupado con lo cual me puse a echarle un ojo, y me encuentro con este articulo de Don Gaspar Llamazares y me llamó sobre manera la atención del subrayado en rojo y me dije mira tu por donde como le saca punta al tema del los corruptelas de los políticos de a derechas y de a izquierdas. El mismo don Gaspar se pone en evidencia, El escandalzo de los Eres falsos de Andalucia, en esa harina esta tan de cabeza la Izquierda Unida y desde luego el PSOE, y que casualidad don Enrique que en pazdescansse, anduvo por ambos ambientes, pero no merece la pena que yo distraiga mas palabras, como he dejado el enlace de la noticia es tremendo los comentarios..

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  • #16 Comentario por cubillo1934

    04/03/2011 23:11

    Será uno de los tuyos con todos los respetos para ti, Llamazares, y para Curiel.
    La referencia a la pobreza del fallecido es insultante. Ya quisiera yo, licenciado en ciencias exactas y profesor de secundaria, disfrutar de una pobreza similar (parlamentario en dos legislaturas y de profesión: político). Debe de ser que sabiendo un poco de geometría no me trago lo de la geometría variable. No se nos escapa este artículo tuyo en memoria de Curiel y el que no escribiste en memoria de Marcelino Camacho.
    Comprendo sentirse derrotado (yo lo estoy casi todos los días) pero cambiar de chaqueta par seguir "ejerciendo responsabilidades" (pobres) demuestra poca altura moral y elegancia política y, lo que es peor, una vida falsa que no sabe vivir más allá de la permanente necesidad de dar lecciones a los demás. Que os zurzan y lo reitero: viva Marcelino Camacho, que humíldemente supo retirarse, en la pobreza y con dignidad, a disfrutrar de los pequeños y privados ( a ver si os enteraís) placeres de la vida

Manuel Chaves Nogales


"A finales de 1935 Manuel Chaves Nogales dio forma autobiográfica de forma deliciosa y perdurable a los recuerdos del genial trianero que había revolucionado veinte años antes el arte clásico de torear. Nacido en 1892, la infancia de Juan Belmonte, matador de toros, está marcada por el clima de los barrios populares de Sevilla, y su adolescencia, por la ambición de fama y el propósito de emular las hazañas de Frascuelo y Espartero. El secreto de su tauromaquia puede rastrearse en sus duros años de aprendizaje, en sus incursiones nocturnas y clandestinas por cercados y dehesas. A partir de 1913 -fecha de su alternativa- y hasta 1920 -cuando Joselito muere de una cornada en Talavera- su biografía queda inmersa en la más apasionante rivalidad de la historia del toreo: toda España es o gallista o belmontista"

Para los amantes de la buena literatura, sin más adjetivos, es un libro que se lee de un tiron casi sin respirar...
fragmentos

«Dentro de dos horas es de noche»

A primeros de octubre tuve que cambiar de vida. Yo me-
tía muy a gusto en aquel mundo arbitrario y divertido en _
iba aprendiendo a vivir; pero no podía olvidarme de que

el torero que más emoción y curiosidad había despertado
España. El doctor Serrano me dio de alta, y volví a tore
unas cuantas novilladas antes de tomar la alternativa. _
entonces cobraba hasta seis mil pesetas por corrida. De .:
té en ]erez, donde me encontré después de la corrida mez-
do en una de esas juergas escandalosas de Andalua,
flamencos, mujeres borrachas y guardias que interviene;
Empezaba a disgustarme el estilo clásico de la vida del tore-
ro. Toreé después en Sevilla, Toledo, Orihuela, Alicante
Valencia y Granada, ganando en estas corridas unas
cuenta mil pesetas.

El 16 de octubre volví a Madrid a tomar la alternativa --
matador de toros. Alterné con Machaquito y el Gallo. F - pg168

16. El miedo del torero

El día que se torea crece más la barba. Es el miedo. Senci-
llamente, el miedo
. Durante las horas anteriores a la corri-
da se pasa tanto miedo, que todo el organismo está con-
mo
vido por una vibración intensísima, capaz de activar las
funciones fisiológicas, hasta el punto de provocar esta ano-
malía que no sé si los médicos aceptarán, pero que todos los
toreros han podido comprobar de manera terminante
:
los días de toros la barba crece más aprisa.

y lo mismo que con la barba, pasa con todo. El or-
ganismo, estimulado por el miedo, trabaja a marchas for
-
zadas, y es indudable que se digiere en menos tiempo, y se
tiene má
s imaginación, y el riñón segrega más ácido úrico,
y hasta los poros de la piel se dilatan y se suda más copio-
samente
. Es el miedo. No hay que darle vueltas. Es el mie-
do. Yo lo conozco bien. Es un íntimo amigo mío.

La mañana del día de corrida, cuando todavía está uno
dormido, viene el miedo cautamente
y, sin hacer ruido, sin
despertamos
, se instala a nuestro lado en la cama. Cuando
el torero se despierta es su prisionero. La noche anterior, al
acostamos, anduvo ya rondándonos, pero con un poco de
imaginación y buena voluntad no es difícil espantarlo. Yo
me duermo como un bendito la
s vísperas de corrida merced

214 MANUEL CHAVES NOGALES

a un arbitrio sencillísimo: el de ponerme a pensar en cosas
remotas que no me importen gran cosa. Como uno no tie-
ne una imaginación extraordinaria he llegado a construir
mentalmente una especie de película fantasmagórica, la
misma siempre, con la que distraigo la imaginación hasta que
me quedo dormido. Es una divertida sucesión de imáge-
nes, que me entretienen y me apartan de pensar demasiado
en el trance del día siguiente. Mi esperpento imaginativo me
hace el mismo efecto que la nana a las criaturitas.

Por la mañana, el efugio no es tan fácil. El miedo llega si-
gilosamente antes de que uno se despierte, y en ese estado
de laxitud, entre el sueño y la vigilia, en que nos sorprende,
se adueña de nosotros antes de que podamos defendemos
de su asechanza. Cuando el torero que ha de torear aquel
día guiña un ojo al ras de la almohada y le hiere la luz de la
mañana que se filtra por las rendijas, es ya una infeliz pre-
sa del miedo. El mozo de espadas, encargado de desper-
tarle, lo sabe bien. Si no hay grande hombre para su ayuda
de cámara, ¿qué torero habrá que sea valiente a los ojos de
su mozo de estoques?

Acurrucado todavía entre las sábanas, con el embozo su-
bido hasta las cejas, el torero empieza su dramático diálo-
go con el miedo. Yo, al menos, entablo con él una vivísima
polémica.

No sé lo que harán los demás toreros. Al miedo yo le
venzo o, al menos, le contengo a fuerza de dialéctica. Es un
diálogo incoherente, como el de un loco con un ser sobre-
natural.

«Ea, mocito -me dice el miedo, con su feroz imperti-
nencia, apenas me he despertado -: a levantarte y a ir te a
la plaza a que un toro te despanzurre.»

«Hombre -replica uno desconcertado-, yo no creo qu
eso ocurra ... »

EL MIEDO DEL TORERO 215

«Bueno, bueno , reitera el miedo-; allá tú. Pero yo, que
soy tu amigo de veras, te advierto que esto que haces es
una temeridad. Llevas demasiado tiempo tentando a la for-
tuna..

«No todo es buena fortuna. Yo sé torear,»

«A veces los toros tropiezan, ¿no lo sabes? ¿Qué necesi-

dad tienes de correr ese albur insensato?»

«Es que como ya estoy comprometido ... »

«jBah! ¿Qué importancia tienen los compromisos? El
único compromiso serio que se contrae es el de vivir. No seas
majadero. No vayas a la plaza.»

«No tengo más remedio que ir,»

«¿Pero es que crees que se hundiría el mundo si no fueses?»
«No se hundiría el mundo, pero yo quedaría mal ante la

gente ... »

«¿Qué más te da quedar malo bien? ¿Crees que dentro de
cinco años, de diez, se acordará nadie de ti ni de cómo has
quedado hoy?»

«Sí se acordarán ... Hay que vivir decorosamente hasta el
final. Me debo a mi fama. Dentro de muchos años los afi-
cionados a los toros recordarán que hubo un torero muy
valiente.»

«Dentro de unos años, a lo mejor, no hay ni aficionados
a los toros, ni siquiera toros. ¿Estás seguro de que las gene-
raciones venideras tendrán en alguna estima el valor de los
toreros? ¿Quién te dice que algún día no han de ser aboli-
das las corridas de toros y desdeñada la memoria de sus hé-
roes? Precisamente, los gobiernos socialistas ... »

«Eso sí es verdad. Puede ocurrir que los socialistas, cuan-
do gobiernen ... »

«¡Naturalmente, hombre! ¡Pues imagínate que ha ocu-
rrido ya! No torees más. No vayas esta tarde a la plaza. ¡Pon-
te enfermo! ¡Si casi lo estás ya!»

viernes, 18 de febrero de 2011

Henri Cartier-Bresson




Henri Cartier-Bresson- Este es un librito, muy breve de leer 99 pag y en realidad son un conjunto de notas llenas de buen sabor. Lo encontré por casualidad , cuando fatigaba las estanterías de la biblioteca municipal de la Vaguada, las verdad que no tienen mucho material que aborde el tema de la fotografía, pero cada vez que me paso, no dejo de echar un ojo por si han decido adquirir alguna obra nueva...

Hiroshima por Jhon Kersey


Hiroshima._El 6 de agosto de 1945 a las 08.15 una bomba atómica mató a cien mil personas en Hiroshima.
Se inició así una era en la que las armas de destrucción masiva forzaban un nuevo orden mundial y se descubrían formas inéditas de sufrimiento humano.
Un año después Hersey, entonces corresponsal de guerra para la revista Time, narró al mundo, en un estilo ajeno a todo sensacionalismo, la historia de seis supervivientes antes, inmediatamente después y en los meses siguientes a la catástrofe. Cuarenta años más tarde, el autor regresó a Japón para averiguar qué había sido de cada uno de ellos y añadió un conmovedor capítulo final.
Parece ser que este es uno de los libros recomendados a los estudiantes de periodismo, pero que luego más tarde cuando se colocan en algún medio les sirve de bien poco...
Disponéis de una edición de bolsillo: año de edición:2009 páginas:192-7,95~€

Don Quijote de la Mancha por don Miguel de Cervantes




"Sigo pensando que es una lectura muy recomendada. No es necesario leérselo de un tirón...
Bueno es la portada de mi primer Quijote, las ilustraciones son de Vela Zanetti...

miércoles, 16 de febrero de 2011

Homenaje a Cataluña por George Orwell


"La carretera avanzaba entre campos yermos y amarillos, intactos desde la cosecha del año anterior. Ante nosotros se levantaba la sierra baja situada entre Allcubierre y Zaragoza. Ya nos acercábamos al frente, a las granadas, las ametralladoras y el barro. Secretamente, sentía miedo. Sabía que la línea estaba tranquila en ese momento, pero, a diferencia de la mayoría de los hombres que me rodeaban, tenía edad suficiente como para recordar la Gran Guerra, aunque no bastante como para haber luchado en ella. Para mí la guerra significaba estruendo de proyectiles y fragmentos de acero saltando por los aires; pero, por encima de todo, significaba lodo, piojos, hambre y frío. Es curioso, pero temía el frío mucho más que al enemigo. Este temor me había perseguido durante toda mi estancia en Barcelona; incluso había permanecido despierto durante las noches imaginando el frío de las trincheras, las guardias en las madrugadas grises, las largas horas de centinela con un fusil helado, el barro que se deslizaba dentro de mis botas. Asimismo, admito que experimentaba una suerte de horror al contemplar a los hombres junto a quienes marchaba. Resulta difícil concebir un grupo más desastroso de gente. Nos arrastrábamos por el camino con mucha menos cohesión que una manada de ovejas; antes de avanzar cuatro kilómetros, la retaguardia de la columna se había perdido de vista. La mitad de esos llamados "hombres" eran criaturas, realmente criaturas, de dieciséis años como máximo. Sin embargo, todos se sentían felices y excitados ante la perspectiva de llegar por fin al frente. A medida que nos acercábamos a la línea de fuego, los muchachos que rodeaban la bandera roja en la vanguardia comenzaron a dar gritos de "¡Visca POUM, ¡Fascistas maricones!" y otros por el estilo; gritos que tenían como fin dar una impresión agresiva y amenazadora pero que, al salir de esas gargantas infantiles, sonaban tan patéticos como el llanto de los gatitos. Parecía increíble que los defensores de la República fueran esa turba de chicos zarrapastrosos, armados con fusiles antiquísimos que no sabían..." pag.36
Homeje a Cataluña.
George Orwell. Hace un par de horas que he terminado su lectura, y la verdad es uno de esos libros que no te importaría que tuviera más paginas o una segunda parte. Hay muchos momentos que sus descripciones están cargadas de tanta ironía que tengo que confesar que mas de una vez me ha movido a la risa, a la carcajada. Es un libro de los que se lee de un tirón casi sin respirar. Si de alguna manera os interesas conocer un poco de esa periodo gris de la historia de España este es uno de los libros imprescindibles y antes que se me olvide
KSAWERY PRUSZYNSKI EN LA ESPAÑA ROJA es otro de los libros recomendados.
Si el partido Comunista de España, ahora escondido detrás de las siglas de IU. hubiera podido a buen seguro hubiera echo desaparecer en la hoguera el libro de Orwell y no hubieran estado en desacuerdo en darle fuego los amigos del PSOE y su acolita UGT, No se si os acordáis de aquel slogan de los años 80 creo recordar que decía: "PSOE 100 Años de honradez". Pero parece que los españoles o una buena parte, preferimos vivir en la ignorancia y así nos va y lo que quedara por ver...

martes, 15 de febrero de 2011

Una farsa con cuatro actores de Carlos Taibo

enlacedelRecortekaos
El acuerdo que los sindicatos mayoritarios y el Gobierno acaban de alcanzar estaba cantado. Sólo los más ciegos, o los más ilusos, conservaban la esperanza de que esos sindicatos, con su triste trayectoria de decenios, mantuviesen encendida la llama de la independencia y de la contestación. Asumamos de buen grado que al menos las cosas quedan claras, muy claras, a los ojos de quienes han preferido ignorar la realidad durante meses. Si ya habían tirado por la borda cualquier ilusión en lo que hace a la vocación progresista --qué palabra más gastada-- del Gobierno, ahora ya saben a qué atenerse en lo que se refiere a CCOO y UGT. No parece, en fin, que la fanfarria retórica que nos acosa, convenientemente endulzada desde los medios de incomunicación, esté llamada a engañar a nadie: los acuerdos ultimados responden puntillosamente a los intereses y a las prácticas empresariales que nos han conducido a un escenario de crisis sistémica. Sobran los motivos para adelantar, eso sí, que ante la obscena reaparición de los mismos mecanismos que nos han conducido a la crisis, vendrán nuevas reformas desreguladoras.

Me interesa prestar atención en estas líneas a cuatro instancias que han quedado mal paradas de resultas del acuerdo que hoy nos ocupa. La primera de ellas no es otra, claro, que los sindicatos mayoritarios, al parecer más interesados en mantener saneadas sus cuentas que en preservar una credibilidad que está bajo mínimos desde hace mucho. No hay que ir muy lejos para explicar por qué las cúpulas dirigentes de CCOO y UGT han acatado aquello que siempre han dicho que rechazarían. Si, por un lado, esos sindicatos son pilares fundamentales del sistema realmente existente --qué poco sabe al respecto, por cierto, la derecha ultramontana--, por el otro su dependencia financiera con respecto a las arcas públicas ha cancelado cualquier horizonte de contestación y combate . Hay quien se sentirá tentado de agregar, con encomiable ingenuidad, que los sindicatos han asumido, pese a todo, un ejercicio de responsabilidad, no en vano han acabado por acatar lo que no les gustaba para evitar males mayores como los que se derivarían de un rescate exterior de la economía española. Qué curiosa manera de razonar es ésta. Por un lado se esquiva que quien profiere la amenaza --el Gobierno-- es responsable de una tolerancia sin límites con respecto a intereses privados que tienen en estas horas una clara plasmación: un formidable retroceso del gasto social orientado a hacer frente a las secuelas de una especulación desbocada durante años. Por el otro se nos da a entender, fraudulentamente, que el acuerdo ultimado no implica, a su manera, lo mismo que lo que acarreará un programa de rescate de la economía española, por añadidura en modo alguno descartable. ¿Cuánto dinero se aprestan a recibir, bajo mesa, CCOO y UGT por los servicios prestados?

Son muchos los amigos que me reprochan que siga prestando atención a lo que sucede en IU cuando --dicen-- lo mejor sería pasar página. Casi tantos como los que, en IU, consideran que tengo una inquina patológica contra su organización. Si a estas alturas todavía me interesa lo que sucede en la coalición de izquierdas, ello es así por una razón sencilla y confesable: creo que en ella hay muchas personas muy valiosas que merecen otra cosa. A esas personas debo señalarles lo que en esta hora resulta evidente: IU ha quedado con el culo al aire. Somos muchos los que avisamos de que CCOO y UGT eran malos compañeros de viaje. Hoy el argumento sale manifiestamente fortalecido, y no pueden producir sino estupor los intentos de la dirección de IU en el sentido de exculpar de lo ocurrido a esos dos sindicatos. En un escenario en el que los cambios, aparentemente radicales, registrados en la coalición en los últimos años anunciaban algo nuevo, no cabe sino certificar la quiebra técnica de un proyecto patético: el encaminado a moderar el discurso propio con la vista puesta en atraer, desde perspectivas estrictamente socialdemócratas y vía una escueta defensa de nuestro maltrecho Estado del bienestar, a segmentos importantes del electorado socialista con el respaldo más o menos obvio de CCOO y UGT (en la jerga de Izquierda Unida siguen presentándose, inopinadamente, como “los sindicatos de clase“). Hace unas semanas escuché cómo una dirigente de IU señalaba que el acceso de Fernández Toxo a la dirección de CCOO era un proceso paralelo al representado por la irrupción de Lara en la de Izquierda Unida. La frase tiene hoy un significado bien distinto de aquel que invocaba quien la enunciaba… ¿Para cuándo la rebelión de una militancia de base que con certeza ha visto con estupor cómo IU no convocaba las manifestaciones de los últimos días contra el pensionazo, por entender que acarreaban críticas a CCOO y UGT, y en estas horas se ve en la obligación de dar marcha atrás para de mirar de reojo a quienes contemplábamos atónitos la futilidad del empeño de una dirección que en los hechos, y si la razón más elemental se impone, se ha autoinmolado?

Tampoco está en sus mejores horas la pléyade de “economistas antineoliberales” --qué curioso lenguaje éste, tan sagaz como encubridor-- que han defendido proyectos diferentes de los avalados por nuestros gobernantes. No se trata de discutir la honradez ni el talento de estas gentes. Se trata de preguntarse, eso sí, si no harían bien en volcar una y otro en provecho de causas más justas. Incapaces de transcender los conceptos míticos que nacen de su disciplina --y entre ellos, en lugar singular, el crecimiento y la productividad--, su respetabilísima defensa de los Estados del bienestar no parece tomar nota en grado alguno de una crisis ecológica que despunta por todas partes y que --me temo-- sitúa en el vacío buena parte de sus reflexiones. No es eso, sin embargo, lo que hoy hace que estos amigos se encuentren en situación delicada, sino su general respaldo de los últimos meses --alguna excepción hay, por fortuna-- a las cúpulas de CCOO y UGT, comúnmente acompañada de sesudas descalificaciones de quienes, qué menos, invitaban a la cautela. Compuestos y sin novia.

Vaya mi último comentario para dejar constancia de un interés personal: el de observar cómo algún que otro medio progresista va a lidiar con los escollos que ha colocado delante de sí mismo. Estoy pensando, en singular, en el diario Público, que de siempre ha ignorado que existían otras fuerzas sindicales, y otros discursos, al margen de CCOO y de UGT (“los sindicatos”, en la jerga utilizada por ese periódico). Ahora que las críticas vertidas por esos medios contra algunos elementos de los planes económicos del Gobierno, siempre muy ponderadas, ya no cuentan con el civilizado aval de los sindicatos mayoritarios, ¿se abre en esos circuitos algún horizonte que no sea la loa unánime de la bondad de nuestros gobernantes?
http://www.carlostaibo.com/articulos/texto/index.php?id=317