*


Cuando yo tenia casi once años, los médicos decidieron que era inevitable operarme de anginas y mis padres para compensarme de tan doloroso trauma, se ofrecieron a hacerme un regalo. Yo no tuve ni que pensar,-”Quiero un Quijote de la Mancha de leer”. Con ello quería indicar que no deseaba que fuera estilo tebeo con muchos dibujos y poco texto. Yo lo que necesitaba era algo que tuviera mas texto que dibujos. Para mi ya había dado por concluida mi iniciación a la lectura con los tebeos del “Capitán Trueno”, “Hazañas Bélicas” y por supuesto daba por concluido mis lecturas de las novelas ejemplares e corte histórico “Bárbara de Braganza”, “El Cid Campeador” y otras muchas que mi memoria ha dejado en el olvido. Desde entonces he fatigado muchos libros: novelas, filosofía, poesía, ensayo, historia, ciencia etc.; se podría decir sin temor a equivocarme que he tocado todos los palos.

El Quijote, que tuve la suerte que me regalaran y que aún conservo venia ilustrado por Vela Zanetti y tiene 837 paginas con sus correspondientes notas a pie de pagina. Desde entonces hasta ahora me lo habré leído como unas cuatro o cinco veces completo sin respirar.

Pero este blog, no va a tratar de mis lecturas pasadas, sino muy al contrario de las presentes, de las más actuales. Se trata mas que de recomendar de una invitación a la reflexión. Por lo general y salvo alguna excepción inevitable, lo que ahora busco por las librerías y las bibliotecas publicas son libros breves pero que sean muy jugosos, que den mucho que pensar… También te podrás encontrar con recortes de prensa, con artículos que me llamaron la atención… Y esto en definitiva es de lo que va a tratar este blog… Me gustaría contar con tu opinión y tu aportación si lo consideras oportuno


jueves, 7 de mayo de 2015

La lección de música

la lección de música"El esperma hace su aparición en el hombre macho, lo más a menudo, a las dos veces siete años. Al mismo tiempo aparece el vello de los órganos genitales [...] Más o menos en la misma época la voz comienza a transformarse, pasando a un registro más ronco y desigual. La voz ha dejado de ser aguda, a la vez que no es aun grave. Ya no está entera. Ya no es uniforme. Hace pensar en instrumentos de música cuyas cuerdas estuvieran destensadas y roncas".

Así define Aristóteles en su "Historia de los animales" el curioso fenómeno biológico de la muda, el cambio de voz en la adolescencia, la mutación sexuada sonora que transforma la voz infantil de soprano en voz adulta de bajo. La voz se ensombrece, se oscurece, queda exiliada de su primera tierra y con el exilio llega la tragedia: la desaparición definitiva de la voz afectiva de la infancia.

Marin Marais vivió esta tragedia, como todos perdió la voz de los "affetti" y para compensar trató de conseguir el magisterio de la imitación de la voz humana a través del bajo de viola. Jean Rousseau decía que la misión del virtuoso de la viola era imitar "lo que de encantador y agradable puede provocar la voz humana". Marais quiso recuperar a través de la voz de la viola todos los matices afectivos y emotivos de la primera voz y lo hizo primero espiando y copiando los toques secretos de su maestro Sainte-Colombe y luego componiendo música excepcional para viola.

Excepto en los casos de castración la vuelta del grave al agudo es corporalmente imposible, sólo es instrumentalmente posible. Y a esta posibilidad se acogieron entre otros Marais, Monteverdi, Haydn, Schubert, en un intento nostálgico de recomponer el territorio sonoro anterior a la muda ("¿Dónde está mi infancia? ¿Dónde está mi voz?")

Es fascinante esta interpretación de la música como movimiento regresivo hacia las primeras improntas sonoras dominadas por el régimen de los afectos. Este movimiento, como dice Pascal Quignard en "La lección de música", es "fusional" y busca encontrar dentro de nosotros "la estabilidad sonora", "la norma sonora que reguló el oído antes incluso del nacimiento".

Según esta teoría la música trata de ponernos en contacto de nuevo con el canturreo primero, con el "cantus obscurius", con el canto in-significante anterior al lenguaje y a la música como organizadora de sonidos. Para Quignard "la música está hecha para tentar lo que vive..." y provocar su acercamiento hacia la voz armónica, silenciosa y orgánica que constituye la profunda melodía de la vida.la-leccion-de-musica

sábado, 23 de abril de 2011

un pintor de Alejandría










Las señales de los tiempos,


y los efectos colaterales

del Juicio Universal




"Cuando los tiempos se echan a estropear se nota en seguida por inequívocas señales, y en tierras de Soria y Guadalajara, como no tienen adornos de ninguna clase, sino que a veces son puros serrijones con cuatro matas pequeñas, es como si los acontecimientos se anunciaran enseñando las uñas como los gatos o los tigres antes de atacar, según los pintores los pintan...." 125 paginas. Editorial Encuentro.




No voy yo a hacer ninguna semblanza ni análisis de la cuantiosa obra de José Jiménez Lozano, ni es lo que pretende este blog de ningún libro sugerido o recomendado.


El motivo de recomendar este libro puede resumirse en varios aspectos, uno el más importante es la brevedad del relato sólo 125 paginas de letra de buena letra, lo disparatado de la historia y que se puede leer en una tarde de lluvia como el que va al cine a matar el rato y tragarse cualquier bodrio de los que están proyectando en los cines, mejor quedarse en casa leer un buen libro y a esperar que escampe...la lluvia


lunes, 14 de marzo de 2011

Varios libros tengo entre manos : Historia de la segunda guerra mundial de R.A.C. Parker,Ética cuestiones fundamentales de Robert Spaemann,la historia mas bella de la felicidad de Adré Comte y otros, lucrecio la miel y la absenta de André Comte-Sponeville. Bueno ya os comentare...

Enrique Curiel por llamazares

Uno de los nuestros

04 mar 2011



GASPAR LLAMAZARES

La Política, con mayúsculas, llora la pérdida de Enrique Curiel, que se fue prematuramente. Su desaparición a los 63 años supone una marcha muy temprana, como temprana fue su incorporación a la lucha por la libertad en unos años donde quien lo hacía se la jugaba de verdad, más allá de retóricas, luchas a toro pasado o reivindicaciones de un manido “yo estuve allí” que en otros nadie recuerda.
El sentido e improvisado homenaje que se le rindió en un abarrotado tanatorio de La Paz, donde sus seres queridos le velaban antes de devolverle a su amada Galicia, fue una clara demostración, quizá un poco tardía, del respeto que muchos mantenían tanto a su persona como a sus ideas y, sobre todo, a una integridad y cordialidad a prueba de problemas, deslealtades, olvidos e, incluso, de la enfermedad.
Se pudo ver a mucha gente. Sin duda no estaban todos los que son, pero los que se aventuraron a llegar al tanatorio por la carretera de Colmenar en una tarde especialmente gris y triste estaban allí de corazón, mirando no sólo al pasado sino al futuro que nos aguarda y que a él le hubiera gustado saber, sin duda, qué cambios nos depara, para bien o para mal.
Tengo pocas dudas de que pensamientos muy similares debían pasar por la cabeza de los representantes de las instituciones del Estado allí presentes, de los ministros y del amplio abanico de políticos, universitarios, docentes y sindicalistas, entre ellos destacados militantes de aquella generación del PCE y de Izquierda Unida que fueron sus compañeros de lucha.
De entre las muchas cosas que he oído de él en las últimas horas me quedo sin dudarlo con la definición de su compañera Carmen, para quien Enrique fue “un buen hombre, un buen amigo, inocente a veces y muy sensible, que quería mucho a su país y que por este luchó toda su vida”.
Para muchos puede que fuera una sorpresa, pero para los que le conocían mejor está claro que no. Resulta que en la hora de la verdad, cuando un simple gesto puede ayudar a resumir una vida, su militancia en el PCE marcó para siempre su trayectoria vital. Por su expreso deseo su féretro permaneció cubierto con la bandera de “el Partido”, como lo seguimos llamando aquellos que saben de lo que hablo.
Espero que no sea tarde para decirlo, pero a Enrique Curiel no le hemos hecho justicia. Fue un político muy desaprovechado, al que nadie más allá de su familia ayudó a superar las contradicciones que le impuso la propia Transición. Está muy claro que no fue un iluminado, pero sí fue un hombre valiente que, en momentos clave, cuando hay que hacerlo, demostró tener un firme ideario político, para unos acertado y para otros fallido, pero que era el suyo y al que fue fiel hasta el final.
José Bono, presidente del Congreso y compañero de filas en el PSOE, consideró en ese homenaje que a Enrique se le negó el amparo en el último partido donde refugió sus soledades. El tiempo, sin duda, coloca las cosas en su sitio, pero en estos momentos puede decirse ya que con su hacer y con sus ideas representó tanto desde Izquierda Unida, como luego desde el PSOE, la pulsión de unión de la izquierda, de su necesaria apertura y renovación, y siempre desde el diálogo y la amabilidad.
Tengo muy presente que en su intensa y fulgurante trayectoria política, Enrique Curiel pudo combatir desde distintos frentes, pero nunca cambió de trinchera.
Fue hijo del catedrático de Lengua Francesa Luis Curiel, un intelectual de izquierdas perseguido por el franquismo. A este propósito, en su homenaje se recordó la carta que le remitió Enrique a Bono en 2008 para responder a quienes desde la ultraderecha le criticaron por buscar el cadáver de su tío Eugenio, un sacerdote fusilado en julio de 1936 cuando se presentó ante los franquistas para solicitar que no mataran a su hermano Luis, apresado por sus ideas progresistas. La misiva era toda una declaración de principios y decía que la reconciliación “no puede ser de sólo una parte” y que “la indignidad, cuando desenfunda, no tiene límites”.
El 23-F, cuando Tejero ocupó el Congreso de los Diputados con un grupo de guardias civiles con las intenciones que todos ya sabemos, Curiel era secretario del Grupo Parlamentario Comunista. Logró escapar del golpe saltando por una ventana y esa noche participó en la red que se tejió entre los partidos para salvar a la democracia en peligro. Como tantos otros, no tuvo ninguna duda de lo que había que hacer, para bien o para mal, tampoco en ese momento. Y no esperaba que nadie se lo agradeciera ni reconociera, creía que había que hacerlo y punto.
En medio de muchas dificultades, fue honrado hasta el final. Ha muerto lúcido y pobre, con escasos recursos económicos, negando con su vida la perversa asociación entre política y corrupción. Al final, seguía siendo el mismo de cuando, junto a Pilar Bravo, lideró la organización universitaria del PCE y fue detenido, torturado y desterrado; el mismo que fue compañero del estudiante Enrique Ruano, asesinado por la Policía de la dictadura, e igual que cuando la Política –de nuevo con mayúsculas– le dejó varias muescas por ejercerla con dignidad, como el tiro que recibió de la Brigada Político-Social por manifestarse a favor de la liberación de Santiago Carrillo, en 1976, tras su retorno clandestino de Francia.
Enrique, al otro lado de la izquierda, fue siempre uno de los nuestros.

Gaspar Llamazares es portavoz parlamentario de Izquierda Unida en el Congreso

"Estaba en la biblioteca y este periódico estaba desocupado con lo cual me puse a echarle un ojo, y me encuentro con este articulo de Don Gaspar Llamazares y me llamó sobre manera la atención del subrayado en rojo y me dije mira tu por donde como le saca punta al tema del los corruptelas de los políticos de a derechas y de a izquierdas. El mismo don Gaspar se pone en evidencia, El escandalzo de los Eres falsos de Andalucia, en esa harina esta tan de cabeza la Izquierda Unida y desde luego el PSOE, y que casualidad don Enrique que en pazdescansse, anduvo por ambos ambientes, pero no merece la pena que yo distraiga mas palabras, como he dejado el enlace de la noticia es tremendo los comentarios..

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  • #16 Comentario por cubillo1934

    04/03/2011 23:11

    Será uno de los tuyos con todos los respetos para ti, Llamazares, y para Curiel.
    La referencia a la pobreza del fallecido es insultante. Ya quisiera yo, licenciado en ciencias exactas y profesor de secundaria, disfrutar de una pobreza similar (parlamentario en dos legislaturas y de profesión: político). Debe de ser que sabiendo un poco de geometría no me trago lo de la geometría variable. No se nos escapa este artículo tuyo en memoria de Curiel y el que no escribiste en memoria de Marcelino Camacho.
    Comprendo sentirse derrotado (yo lo estoy casi todos los días) pero cambiar de chaqueta par seguir "ejerciendo responsabilidades" (pobres) demuestra poca altura moral y elegancia política y, lo que es peor, una vida falsa que no sabe vivir más allá de la permanente necesidad de dar lecciones a los demás. Que os zurzan y lo reitero: viva Marcelino Camacho, que humíldemente supo retirarse, en la pobreza y con dignidad, a disfrutrar de los pequeños y privados ( a ver si os enteraís) placeres de la vida

Manuel Chaves Nogales


"A finales de 1935 Manuel Chaves Nogales dio forma autobiográfica de forma deliciosa y perdurable a los recuerdos del genial trianero que había revolucionado veinte años antes el arte clásico de torear. Nacido en 1892, la infancia de Juan Belmonte, matador de toros, está marcada por el clima de los barrios populares de Sevilla, y su adolescencia, por la ambición de fama y el propósito de emular las hazañas de Frascuelo y Espartero. El secreto de su tauromaquia puede rastrearse en sus duros años de aprendizaje, en sus incursiones nocturnas y clandestinas por cercados y dehesas. A partir de 1913 -fecha de su alternativa- y hasta 1920 -cuando Joselito muere de una cornada en Talavera- su biografía queda inmersa en la más apasionante rivalidad de la historia del toreo: toda España es o gallista o belmontista"

Para los amantes de la buena literatura, sin más adjetivos, es un libro que se lee de un tiron casi sin respirar...
fragmentos

«Dentro de dos horas es de noche»

A primeros de octubre tuve que cambiar de vida. Yo me-
tía muy a gusto en aquel mundo arbitrario y divertido en _
iba aprendiendo a vivir; pero no podía olvidarme de que

el torero que más emoción y curiosidad había despertado
España. El doctor Serrano me dio de alta, y volví a tore
unas cuantas novilladas antes de tomar la alternativa. _
entonces cobraba hasta seis mil pesetas por corrida. De .:
té en ]erez, donde me encontré después de la corrida mez-
do en una de esas juergas escandalosas de Andalua,
flamencos, mujeres borrachas y guardias que interviene;
Empezaba a disgustarme el estilo clásico de la vida del tore-
ro. Toreé después en Sevilla, Toledo, Orihuela, Alicante
Valencia y Granada, ganando en estas corridas unas
cuenta mil pesetas.

El 16 de octubre volví a Madrid a tomar la alternativa --
matador de toros. Alterné con Machaquito y el Gallo. F - pg168

16. El miedo del torero

El día que se torea crece más la barba. Es el miedo. Senci-
llamente, el miedo
. Durante las horas anteriores a la corri-
da se pasa tanto miedo, que todo el organismo está con-
mo
vido por una vibración intensísima, capaz de activar las
funciones fisiológicas, hasta el punto de provocar esta ano-
malía que no sé si los médicos aceptarán, pero que todos los
toreros han podido comprobar de manera terminante
:
los días de toros la barba crece más aprisa.

y lo mismo que con la barba, pasa con todo. El or-
ganismo, estimulado por el miedo, trabaja a marchas for
-
zadas, y es indudable que se digiere en menos tiempo, y se
tiene má
s imaginación, y el riñón segrega más ácido úrico,
y hasta los poros de la piel se dilatan y se suda más copio-
samente
. Es el miedo. No hay que darle vueltas. Es el mie-
do. Yo lo conozco bien. Es un íntimo amigo mío.

La mañana del día de corrida, cuando todavía está uno
dormido, viene el miedo cautamente
y, sin hacer ruido, sin
despertamos
, se instala a nuestro lado en la cama. Cuando
el torero se despierta es su prisionero. La noche anterior, al
acostamos, anduvo ya rondándonos, pero con un poco de
imaginación y buena voluntad no es difícil espantarlo. Yo
me duermo como un bendito la
s vísperas de corrida merced

214 MANUEL CHAVES NOGALES

a un arbitrio sencillísimo: el de ponerme a pensar en cosas
remotas que no me importen gran cosa. Como uno no tie-
ne una imaginación extraordinaria he llegado a construir
mentalmente una especie de película fantasmagórica, la
misma siempre, con la que distraigo la imaginación hasta que
me quedo dormido. Es una divertida sucesión de imáge-
nes, que me entretienen y me apartan de pensar demasiado
en el trance del día siguiente. Mi esperpento imaginativo me
hace el mismo efecto que la nana a las criaturitas.

Por la mañana, el efugio no es tan fácil. El miedo llega si-
gilosamente antes de que uno se despierte, y en ese estado
de laxitud, entre el sueño y la vigilia, en que nos sorprende,
se adueña de nosotros antes de que podamos defendemos
de su asechanza. Cuando el torero que ha de torear aquel
día guiña un ojo al ras de la almohada y le hiere la luz de la
mañana que se filtra por las rendijas, es ya una infeliz pre-
sa del miedo. El mozo de espadas, encargado de desper-
tarle, lo sabe bien. Si no hay grande hombre para su ayuda
de cámara, ¿qué torero habrá que sea valiente a los ojos de
su mozo de estoques?

Acurrucado todavía entre las sábanas, con el embozo su-
bido hasta las cejas, el torero empieza su dramático diálo-
go con el miedo. Yo, al menos, entablo con él una vivísima
polémica.

No sé lo que harán los demás toreros. Al miedo yo le
venzo o, al menos, le contengo a fuerza de dialéctica. Es un
diálogo incoherente, como el de un loco con un ser sobre-
natural.

«Ea, mocito -me dice el miedo, con su feroz imperti-
nencia, apenas me he despertado -: a levantarte y a ir te a
la plaza a que un toro te despanzurre.»

«Hombre -replica uno desconcertado-, yo no creo qu
eso ocurra ... »

EL MIEDO DEL TORERO 215

«Bueno, bueno , reitera el miedo-; allá tú. Pero yo, que
soy tu amigo de veras, te advierto que esto que haces es
una temeridad. Llevas demasiado tiempo tentando a la for-
tuna..

«No todo es buena fortuna. Yo sé torear,»

«A veces los toros tropiezan, ¿no lo sabes? ¿Qué necesi-

dad tienes de correr ese albur insensato?»

«Es que como ya estoy comprometido ... »

«jBah! ¿Qué importancia tienen los compromisos? El
único compromiso serio que se contrae es el de vivir. No seas
majadero. No vayas a la plaza.»

«No tengo más remedio que ir,»

«¿Pero es que crees que se hundiría el mundo si no fueses?»
«No se hundiría el mundo, pero yo quedaría mal ante la

gente ... »

«¿Qué más te da quedar malo bien? ¿Crees que dentro de
cinco años, de diez, se acordará nadie de ti ni de cómo has
quedado hoy?»

«Sí se acordarán ... Hay que vivir decorosamente hasta el
final. Me debo a mi fama. Dentro de muchos años los afi-
cionados a los toros recordarán que hubo un torero muy
valiente.»

«Dentro de unos años, a lo mejor, no hay ni aficionados
a los toros, ni siquiera toros. ¿Estás seguro de que las gene-
raciones venideras tendrán en alguna estima el valor de los
toreros? ¿Quién te dice que algún día no han de ser aboli-
das las corridas de toros y desdeñada la memoria de sus hé-
roes? Precisamente, los gobiernos socialistas ... »

«Eso sí es verdad. Puede ocurrir que los socialistas, cuan-
do gobiernen ... »

«¡Naturalmente, hombre! ¡Pues imagínate que ha ocu-
rrido ya! No torees más. No vayas esta tarde a la plaza. ¡Pon-
te enfermo! ¡Si casi lo estás ya!»

viernes, 18 de febrero de 2011

Henri Cartier-Bresson




Henri Cartier-Bresson- Este es un librito, muy breve de leer 99 pag y en realidad son un conjunto de notas llenas de buen sabor. Lo encontré por casualidad , cuando fatigaba las estanterías de la biblioteca municipal de la Vaguada, las verdad que no tienen mucho material que aborde el tema de la fotografía, pero cada vez que me paso, no dejo de echar un ojo por si han decido adquirir alguna obra nueva...

Hiroshima por Jhon Kersey


Hiroshima._El 6 de agosto de 1945 a las 08.15 una bomba atómica mató a cien mil personas en Hiroshima.
Se inició así una era en la que las armas de destrucción masiva forzaban un nuevo orden mundial y se descubrían formas inéditas de sufrimiento humano.
Un año después Hersey, entonces corresponsal de guerra para la revista Time, narró al mundo, en un estilo ajeno a todo sensacionalismo, la historia de seis supervivientes antes, inmediatamente después y en los meses siguientes a la catástrofe. Cuarenta años más tarde, el autor regresó a Japón para averiguar qué había sido de cada uno de ellos y añadió un conmovedor capítulo final.
Parece ser que este es uno de los libros recomendados a los estudiantes de periodismo, pero que luego más tarde cuando se colocan en algún medio les sirve de bien poco...
Disponéis de una edición de bolsillo: año de edición:2009 páginas:192-7,95~€